Cada 29 de agosto se conmemora en todo el mundo el Día del Gamer, efeméride instaurada en 2008 por revistas especializadas en España para reconocer a millones de jugadores que integran una comunidad global cada vez más influyente. A diferencia de otras celebraciones, no se eligió por el lanzamiento de un título emblemático ni por un hito histórico, sino como un gesto simbólico hacia un sector que hoy constituye una de las industrias culturales más importantes del planeta.
Videojuegos y salud: beneficios respaldados por la ciencia
Diversos estudios científicos han demostrado que los videojuegos aportan beneficios a la salud mental, cognitiva y social. Una investigación publicada en Nature Human Behaviour, con más de 97 mil participantes, concluyó que jugar hasta tres horas diarias reduce la angustia psicológica y eleva la satisfacción vital. Según este análisis, consolas como Nintendo Switch generan efectos positivos particulares, mientras que los juegos multijugador en línea fomentan vínculos sociales que combaten la soledad y fortalecen la resiliencia.
En el ámbito cognitivo, se ha comprobado que los videojuegos estimulan la memoria visual, la atención, la creatividad y la capacidad de respuesta ante imprevistos. Además, desarrollan la coordinación mano-ojo y el pensamiento estratégico, competencias relevantes en la educación y el trabajo.
Un estudio publicado en JAMA Network Open analizó a casi 2,000 niños y reveló que quienes jugaban videojuegos tres horas diarias o más obtuvieron mejores resultados en pruebas de control de impulsos y memoria de trabajo, en comparación con quienes no jugaban.
Los beneficios alcanzan también la dimensión emocional y social, al reforzar la motivación intrínseca, mejorar la gestión de la frustración y ofrecer espacios de inclusión. En adultos mayores, incluso, los videojuegos contribuyen a mantener la mente activa, estimular la memoria y favorecer la interacción social.
Una industria que supera al cine y la música
Con ingresos anuales que superan los 280 mil millones de dólares y una base global de 3 mil millones de jugadores, la industria de los videojuegos ha sobrepasado en facturación al cine y la música combinados, según El País. Este crecimiento ha generado nuevas oportunidades laborales en áreas como desarrollo de software, diseño gráfico, marketing digital y eSports.
Las tendencias actuales marcan un cambio en la forma de jugar. Plataformas de streaming como Xbox Cloud Gaming y GeForce Now permiten acceder a títulos de alto rendimiento sin necesidad de hardware costoso, ampliando la democratización del sector. Asimismo, los estudios independientes han ganado protagonismo con propuestas innovadoras que rivalizan con los llamados juegos AAA.
Los eSports, por su parte, representan un fenómeno en expansión: se estima que para 2025 más de 640 millones de personas seguirán competiciones profesionales en todo el mundo, generando audiencias, patrocinios y premios que rivalizan con disciplinas deportivas tradicionales.
Panorama del gaming en Perú
En Perú, el sector atraviesa una etapa de crecimiento sostenido. De acuerdo con la consultora Newzoo, en 2023 los ingresos superaron los 200 millones de dólares, con un crecimiento interanual del 15 %.
Con 7,8 millones de jugadores activos, el país ocupa la quinta posición en Latinoamérica, según Kantar Ibope Media (2024). Se estima que siete de cada diez hogares peruanos poseen al menos una consola o PC apto para gaming, mientras que los juegos móviles y las microtransacciones concentran la mayor parte del mercado digital.
El desarrollo de videojuegos también genera oportunidades de exportación. El informe Global Entertainment & Media Outlook 2024 de PwC proyecta ingresos superiores a los 200 millones de dólares para 2027. Sin embargo, persisten desafíos como la piratería, la escasa infraestructura para eSports y la limitada inversión en estudios locales.
Una fecha con impacto global
El Día del Gamer trasciende la simple acción de encender una consola o conectarse en línea. Representa el reconocimiento de una industria con gran impacto cultural, social y económico, que hoy se ha convertido en motor de innovación, aprendizaje y desarrollo. Los videojuegos son, en definitiva, un lenguaje universal que conecta generaciones, derriba fronteras y proyecta un futuro en el que jugar también significa crecer, crear y transformar.









