Un equipo de la Universidad de Groningen, en los Países Bajos, está desarrollando una tecnología que facilitará la impresión de dientes en 3D para que se adapten en la boca de cada paciente.
Aunque, de por sí, el trabajo resulta innovador, los científicos planean darle un valor agregado, añadiendo un plástico antimicrobiano que mantenga totalmente limpia la cavidad bucal.
De esta manera han integrado sales de amonio cuaternario antimicrobianos dentro de polímeros de resinas dentales existentes para provocar la ruptura y muerte de las membranas bacterianas. «El material puede matar las bacterias en contacto, pero por otro lado no es perjudicial para las células humanas», indicó Andreas Herrmann, líder del equipo.
Tras una serie de pruebas, se comprobó que el material eliminó el 99% de las bacterias frente a un 1% donde no se utilizó la mezcla de sales.
Sin embargo, el material todavía deberá ser probado innumerables veces antes de llegar a los pacientes, ya que el experimento solo ha durado seis días y solo se ha realizado sobre muestras de saliva.
«Para ser usados de manera clínica necesitamos extender el tiempo de las pruebas, e investigar la compatibilidad con pasta de dientes», indicó Herrmann.