Expertos del Centro de cognición canina de la Universidad de Portsmouth han encontrado «claras evidencias de que los perros mueven su cara como respuesta directa a la atención humana» mientras que no responden así frente a una comida sabrosa.

Esta diferencia sugiere que el perro adopta expresiones faciales diversas «para comunicarse y no solo porque esté emocionado», según un comunicado de la universidad y si hay una expresión que predomina sobre el resto, al menos entre los perros usados para el estudio, es la de alzar la cejas, lo que hace los ojos más grandes, un gesto también llamado ojos de cachorro.

Los humanos «son especialmente sensible a esa expresión» de ojos de cachorro, que puede asociarse a la tristeza, con lo que pueden generar mayor empatía o recordar a los de un niño.

Los resultados del estudio «parecen apoyar la evidencia de que los perros son sensibles a la atención de los humanos y las diversas expresiones faciales son intentos potencialmente activos de comunicarse, no simples demostraciones emocionales», agregó.

Con un sistema de análisis de expresión facial de perros se analizaron los movimientos de los músculos de la cara de los animales.

Los perros domésticos tienen «una historia única, han vivido con los humanos durante 30.000 años y durante ese tiempo» la convivencia ha «influido en la capacidad de los perros para comunicarse con nosotros», según Kaminski.

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