La adicción al trabajo (conocida como workaholic) es la necesidad excesiva de trabajar de forma constante. Este comportamiento puede interferir en nuestra salud física y emocional, así como en nuestras relaciones sociales.
Las personas con adicción al trabajo suelen trabajar “sin obligación” explícita ni implícita fuera de horas, dedicando un tiempo excesivo a su labor profesional y sintiéndose mal si no lo hacen. Este hecho hace que muestren desinterés por otras facetas de su vida como hobbies o relaciones personales, convirtiendo el aspecto laboral en la prioridad de sus vidas.
Cómo identificamos a un workaholic
Existen algunos patrones que indican cuándo una persona podría estar cayendo en una “adicción al trabajo” y estos son:
- Trabajar permanentemente mucho más tiempo de las horas establecidas
- Llevarse trabajo para la casa cotidianamente
- No tener tiempo para descansar o evitar tomarse vacaciones prefiriendo trabajar, así como dejar de lado constantemente a la familia los fines de semana por asuntos laborales.
- Sensación permanente de culpa, tensión o temor si no están trabajando, incluso en sus horas de descanso.
Recomendaciones:
Hay ciertas herramientas que las personas pueden usar cuando sientan que pueden detener a tiempo esta nociva tendencia
- Fijar horarios para el trabajo y cumplirlos, lo mismo para los tiempos de descanso.
- Fijarse metas alcanzables, de lo contrario y si siente que las tareas le sobrepasan, deberán permitirse contar con ayuda externa de compañeros de trabajo o superiores.
- Buscar actividades no tradicionales, para tener tiempos de diversión y descanso, de manera que el trabajo no se transforme en la única filosofía de vida.