El fin del año escolar es motivo de alegría para los estudiantes, pero para los padres de familia el inicio de las vacaciones de verano representa toda una serie de inquietudes y preocupaciones. Ante la falta de actividad de sus hijos, que pueden quedarse en casa viendo televisión, jugando en la computadora y comiendo comida chatarra.
Es así que aparece la necesidad de los Cursos de Verano: entretener, educar y aprender cosas nuevas como parte de su desarrollo integral. Dónde se debe combinar un ambiente cálido y agradable, con el aprendizaje, la creatividad, la diversión y el descanso.
Los niños tienen mucha energía en las vacaciones y el tiempo no se detiene, el aprendizaje es un proceso dinámico que requiere aprovechar el máximo de oportunidades, se debe presentar una propuesta diferente en cuanto a horarios, espacios y organización de la escuela tradicional, para que pueda aparecer el binomio perfecto: “diversión-aprendizaje”, ya que todo momento puede ser útil para aprender.
Existe una amplia variedad en cursos de verano que se adaptan a todos los gustos y a las diversas necesidades, hay cursos que son muy formales (sólo clases de refuerzo), los medianamente formales (incluye artes plásticas, deportes, etc.) y los que son completamente recreativos. Es de ahí que aparece la clásica pregunta ¿Cuál elegir? ó ¿Por qué elegir éste curso?
Antes de tomar una decisión, es necesario plantearse qué es lo que se quiere realmente para nuestros hijos, comunicarnos con ellos, ver sus gustos y preferencias, las características que posee, ya que puede ser inscrito en un genial curso, pero si no se le dijo de qué trata o no le gusta, es poco probable que lo disfrute y aprenda.
Aspectos a considerar:
- Los cursos a dictarse deben contar con profesores calificados, con experiencia en el manejo de cursos de verano.
- La institución debe contar con amplia experiencia y cubrir los requerimientos de las autoridades.
- Verificar que las instalaciones sean las adecuadas para realizar las diversas actividades.
- Los cursos deben ser agradables para los niños y éstos deben sentirse cómodos.
- Contar con vigilancia que controle la entrada y salida de las personas.
- El material debe ser de acuerdo a la edad y a las necesidades de los niños.
Los cursos de verano hacen posible que los niños puedan renovar sus energías mentales y físicas, divertirse y aprender, para regresar de la mejor manera al inicio del año escolar.