Siete fueron los goles que Alemania mandó al fondo de la red para ganar y clasificar a la final del Mundial.
El primer tanto llegó a los once minutos, el tiempo que Thomas Müller necesitó para anotar el primero de la noche más larga del fútbol brasileño. El equipo de Luiz Felipe Scolari trató de reaccionar, pero lo que vino después fue una oleada de fútbol y errores que lo ahogó en seis minutos.
Miroslav Klose borró al ídolo brasileño Ronaldo de la cima de la lista de goleadores con su 16º mundialista, Toni Kroos sumó dos en dos minutos y Khedira amplió la cuenta a cinco antes de la media hora de juego.
La estocada llegó en el segundo tiempo con el doblete de Schürrle. Oscar pudo anotar el solitario consuelo, pero ya la derrota había quedado grabada en la historia como la peor de Brasil en casi 100 años (perdió 6-0 frente a Uruguay en 1920) y la más abultada en semifinales de una Copa del Mundo.