El hospital “Walter Cruz Vilca”, nivel II-1 de referencia, representa una luz de esperanza en el cuidado de la salud para las familias del centro poblado de Miramar, en donde el común denominador es la escasez económica, así como la falta de servicios básicos y el riesgo de contraer enfermedades crónicas y de distinta índole.
Bajo la administración de la Universidad Privada Antenor Orrego (UPAO), en convenio con la Gerencia Regional de Salud, su cobertura se extiende a las zonas de Alto Moche y Alto Salaverry, pero también se atienden pacientes de Moche, Salaverry, Las Delicias, Chao y Virú, a través del SIS, con una proyección a acoger los requerimientos de atención para una población adicional estimada en 20 mil personas que se asentarán en el complejo habitacional Villa Marina.
“Se necesita ampliar los ambientes e implementar los módulos para docencia con el fin de ofrecer un mejor lugar a los estudiantes de pregrado, así como el área de emergencia con un miniequipo de traumashock, así como servicios con especialistas en gastroenterología y dermatología por la ocurrencia de casos diarréicos y enfermedades a la piel”, explica la directora del hospital, médico cirujano Paulita Moreno Castillo.
En tal sentido, en el hospital Cruz Vilca se ofrecen las cuatro principales especialidades de pediatría, medicina, ginecología y cirugía, pero la directora está proponiendo establecer una microrred con el Centro de Especialidades Médicas de Florencia de Mora, también bajo la administración de la UPAO, para el fortalecimiento de los servicios médico asistenciales en beneficio de la población en sus respectivas jurisdicciones de influencia.
El hospital Wálter Cruz Vilca ha puesto en marcha el programa “Martes Quirúrgico” que se realiza todas las semanas con un promedio de seis operaciones como legrados, histerectomías, ligaduras de trompas, apendicectomías, hemorroides y distintos tipos de hernias.
Existe un movimiento muy dinámico en la administración de recursos, con una atención personalizada y con calidad humana, pues los niños son los más vulnerables por presentar enfermedades respiratorias y gastrointestinales, principalmente, diarreas y desnutrición, mientras que los adultos presentan problemas de obesidad en diferentes grados, trastornos metabólicos, osteoartrosis y enfermedades crónicas como la hipertensión arterial y diabetes.
“Es un esfuerzo que cumplimos los especialistas y brigadas de promotores de la salud, personal, promotores, alumnos y voluntarios de la propia comunidad que hacen un barrido casa por casa para detectar tempranamente estos casos, así como el dengue, el zika y la chikungunya, y es un compromiso personal y profesional de todos pues el trabajo en equipo es el éxito de la gestión”, puntualizó la directora.
