Investigadores de la Universidad de California en Los Ángeles (Estados Unidos) han descubierto que hacer actividad física leve como caminar o bailar puede reducir hasta en 50% el riesgo de desarrollar alzheimer.
«Es el primer estudio en el que se ha observado una correlación entre el beneficio de la actividad física y la reducción del riesgo de alzheimer por medio del aumento del volumen cerebral en una muestra tan grande», explica Cyrus A. Raji, director del estudio.
Todos los participantes fueron sometidos a pruebas de resonancia magnética por imagen para evaluar el volumen de sus cerebros, especialmente del hipocampo y de otras áreas implicadas en la memoria y la enfermedad de Alzheimer.
Los resultados, publicados en el Journal of Alzheimer’s Disease, mostraron que el incremento de actividad física se asociaba con un mayor volumen de los lóbulos frontal, temporal (incluido el hipocampo) y parietal del cerebro. Asimismo, los participantes con un mayor volumen cerebral como consecuencia de una mayor actividad física tenían 50% menos riesgo de desarrollar alzheimer y demencia.
En conclusión, cuanto mayor es la actividad física, mayor es el volumen de nuestros cerebros. De hecho, así pues, un mayor volumen cerebral reduce el riesgo de aparición de Alzheimer.
«Dado que aún no contamos con la panacea para curar la enfermedad de Alzheimer. Nuestros esfuerzos deben centrarse en la prevención», concluye Cyrus Raji.