En el 2015, un estudio publicado en la revista «Journal of the American Medical Association Pediatrics» advertía que el consumo de antidepresivos durante el embarazo podía aumentar el riesgo de que el niño presentara autismo. Ahora, una nueva investigación confirma dicha hipótesis.
Según este reciente estudio -publicado en la revista «British Medical Journal»-, «los niños expuestos a antidepresivos durante el embarazo parecen tener un leve riesgo adicional de autismo».
Los investigadores afirman, no obstante, que «el riesgo es limitado y que esos resultados no deben considerarse como alarmantes».
El estudio -llevado a cabo por la Universidad de Bristol en Reino Unido- se basa en los datos de 254.000 suecos de entre cuatro y 17 años. Sus resultados muestran que el 4,1% de los 3.300 niños cuyas madres tomaban antidepresivos durante el embarazo son autistas.
Ese porcentaje es del 2,9% para los niños cuyas madres tenían antecedentes psiquiátricos pero no tomaron antidepresivos durante el embarazo.
«Es posible que el riesgo más elevado de autismo se deba a los medicamentos, pero también puede explicarse por los trastornos por los que se prescribieron dichos medicamentos» a la madre, explicó un experto independiente, el profesor Ian Jones (Universidad de Cardiff, en Gales), quien comentó sobre el estudio para el Science Media Centre (SMC).
Según varios expertos citados por el SMC, se necesitan varias investigaciones para explorar otras pistas, entre ellas el patrimonio genético de la madre o el nivel de gravedad de su depresión.