Cómo puedes tener un estilo de vida saludable

Continuamente escuchamos hablar sobre la importancia de llevar un estilo de vida mejor y saludable, pero no sabemos cómo hacerlo ni conocemos las razones para lograrlo.

Para conseguir un estilo de vida saludable, es necesario tener en cuenta la salud de modo integral, ya que así se gozará de una existencia más plena.

No existe una fórmula secreta para vivir mejor y durante más tiempo, pero sí hay determinadas cosas que podemos hacer para evitar dos de las principales causas de muerte prematura: las enfermedades cardiovasculares y el cáncer.

Nunca es tarde para cambiar nuestros hábitos de vida.

Está comprobado que una dieta saludable, realizar ejercicio y descansar la horas adecuadas, son importantes pilares para mantener una vida sana y activa; de la misma forma será necesario buscar técnicas de relajación, para mantenerse alejado del estrés, y evitar así estados de ansiedad.

Existen hábitos íntimamente relacionados que si se cumplen, el riesgo de padecer un cáncer o una enfermedad cardiovascular se reduce en más del 50% en comparación con aquellas personas que no cumplen ninguno.

Consejos para tener una vida saludable

1. Practica algún deporte, haz ejercicio

Todo el mundo sabe que el ejercicio es bueno para la salud, pero hay demasiada gente que no lo practica. Según una encuesta de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) realizada el año pasado, el 24% de los españoles no hace ningún tipo de actividad física: ni siquiera camina una hora a la semana.

El ejercicio es un factor clave para mantenerse saludable. El ejercicio fortalece los huesos, el corazón y los pulmones, tonifica los músculos, mejora la vitalidad, alivia la depresión y ayuda a conciliar mejor el sueño.

Según el informe de la American Heart Association (AHA ), sólo 30 minutos de ejercicio moderado (basta una simple caminata), durante cinco días a la semana, reduce significativamente el riesgo de padecer diabetes, tener un infarto o sufrir un ictus. Los niños necesitan más ejercicio, al menos una hora todos los días. Según la asociación estadounidense hacer ejercicio no sólo influye a un nivel físico, además hace que se reduzca el estrés, nos da mayor energía e, incluso, hace que cambie nuestro estado de ánimo.

Hable con el entrenador del GYM,  antes de comenzar un programa de ejercicios si tiene problemas de salud como obesidad, hipertensión o diabetes. Esto ayuda a garantizar que el ejercicio sea seguro y que usted le saque el mejor provecho.

2. Controla tu colesterol

Controlar el nivel de colesterol es la única forma de asegurarnos de que nuestras arterias no van a bloquearse, lo que puede desembocar en un infarto o un ictus. Según la American Heart Association (AHA ), debemos empezar a preocuparnos si nuestro nivel de colesterol es superior a 200 mg/dl. Hay personas que deben tener especial cuidado, pues tienen un gen hereditario que les hace producir demasiado colesterol malo (LDL). Para ellas reducir el nivel del mismo es cuestión de vida o muerte.

El 75% del colesterol de nuestra sangre proviene de nuestro hígado y nuestras propias células, y el 25% restante de la comida. Mantener una dieta ad hoc –evitando las grasas saturadas y trans y potenciando los alimentos bajos en colesterol– es importante, pero no basta para reducir el colesterol, es necesario además hacer ejercicio y mantener un peso saludable.

3. Come mejor

El Global Burden of Disease Study, el mayor estudio sobre enfermedades, accidentes y esperanza de vida realizado hasta la fecha, mostraba que la dieta es el factor de riesgo que causa más muertes y discapacidades en el mundo desarrollado. La American Heart Association (AHA ) insiste en la importancia de reducir en nuestra dieta las grasas no saludables, los alimentos con mucho colesterol, el sodio y los azúcares añadidos; y priorizar las comidas ricas en fibra y proteína magra, así como las frutas y las verduras.

Para lograr seguir una dieta saludable la AHA recomienda seguir las siguientes pautas:

  • Mantén un diario en el que apuntas lo que comes todos los días.
  • Come más vegetales y frutas.
  • Consuma más fibra, que se puede encontrar en frutas, verduras, legumbres, productos de granos enteros y nueces.
  • Come pescado al menos dos veces por semana.
  • Reduzca la ingesta de sal (sodio) y alcohol.
  • Limita el consumo de grasas trans y saturadas, y los alimentos ricos en colesterol y azúcar.
  • Haz que tu dieta sea lo más variada posible siguiendo estas reglas (es más divertido y cansa menos).

4. Controla tu presión arterial

Tener la tensión alta es el factor de riesgo más importante para la enfermedad cardiaca. La hipertensión hace que nuestra sangre fluya por las arterias con demasiada fuerza, lo que afecta a la totalidad de nuestros órganos vitales. Cuando la presión arterial se mantiene en niveles normales, se reduce el esfuerzo del corazón, las arterias, los riñones y, en general, es más difícil tener problemas cardiovasculares.

Una presión demasiado alta puede matarnos sin que nos demos cuenta. Se trata de un “asesino silencioso” que puede pillarnos desprevenidos si descuidamos nuestra tensión y que tarde o temprano afecta a casi todo el mundo si no se toman las medidas adecuadas.

Para mantener la tensión en un nivel adecuado –sin recurrir a medicamentos, que en algunas personas son en cualquier caso necesarios– hay que seguir una serie de consejos: mantener una dieta baja en sal, realizar ejercicio frecuente, evitar el sobrepeso, controlar el estrés, limitar el consumo de alcohol y dejar el tabaco.

5. Pierde peso

Todos los factores de riesgo están íntimamente relacionados, y si tenemos obesidad o sobrepeso, casi con total probabilidad, tendremos otros factores de riesgo. Estar más gordos de lo que deberíamos hace que tengamos un mayor riesgo de padecer hipertensión, problemas de colesterol y diabetes. La obesidad, no obstante, es también un factor de riesgo independiente, que hace que tengamos más papeletas de tener un problema cardiovascular, pese a que el resto de indicadores estén correctos (algo, de todas formas, improbable).

Según la American Heart Association (AHA ), si nuestro Índice de Masa Corporal es mayor de 25, deberíamos empezar a preocuparnos, pero si es mayor de 30 estamos expuestos a un riesgo significativo de padecer problemas cardiovasculares y deberíamos adelgazar cuanto antes.

La obesidad es una preocupación de salud grave. El exceso de grasa corporal puede sobrecargar el corazón, los huesos y los músculos. También puede incrementar el riesgo de padecer hipertensión arterial, accidente cerebrovascular, venas varicosas, cáncer de mama y enfermedad de la vesícula biliar.

La obesidad puede ser causada por comer demasiado y consumir alimentos malsanos. La falta de ejercicio también influye. Los antecedentes familiares también pueden ser un riesgo para algunas personas.

6. Reduce el nivel de azúcar en sangre

Aunque la diabetes es una enfermedad tratable, y con la que se puede vivir, sólo el hecho de padecerla eleva en grado sumo las posibilidades de padecer un infarto o un ictus, la causa de muerte más habitual de aquellos que la sufren. La mejor manera de no ser diabético es prevenir la aparición de ésta controlando nuestro nivel de azúcar en sangre, sin esperar a llegar a viejos.

Tener un nivel saludable de azúcar en sangre (por debajo de 100 mg/dl de glucosa en ayunas), protege nuestros órganos vitales y hace que vivamos más y mejor. Para controlar el nivel de glucosa en sangre hay que seguir estos consejos:

  • Reducir el consumo de azúcares simples, presentes, sobre todo, en los refrescos y los dulces.
  • Hacer ejercicio regular, lo que afecta directamente a la respuesta de nuestro cuerpo a la insulina.
  • Tomar la medicación adecuada si entramos en la zona de riesgo.

7. Deja de fumar

Si fumas, poco importa que cumplas a rajatabla los otros seis pasos, pues dejar los cigarrillos debe ser una prioridad. El tabaco está relacionado, directamente, con un gran número de muertes prematuras y en nuestro país es el tercer factor de riesgo por orden de importancia. Los pulmones notarán que has dejado el tabaco tras la primera semana, y empezarán a sanarse en cuanto lo dejes.

Fumar daña el sistema circulatorio, aumenta el riesgo de padecer aneurismas y enfermedades coronarias y fomenta la aparición de coágulos en la sangre. Sus efectos son acumulativos y, sin contar el cáncer, puede llevarnos de cabeza a sufrir un infarto o un ictus.

En el Perú, aproximadamente, 16.700 personas fallecen al año por diferentes enfermedades relacionadas con el consumo de tabaco, entre ellas el cáncer, que en la actualidad es un problema de salud pública por ser la segunda causa de muerte entre los peruanos, refirió el Dr. Javier Manrique Hinojosa, director ejecutivo del Departamento de Promoción de la Salud, Prevención y Control Nacional del Cáncer del INEN.

“El consumo de tabaco además de ser el principal causante del cáncer de pulmón también es causante de otros 17 tipos de neoplasias y provoca más de 50 enfermedades crónicas que causan invalidez, discapacidad y muerte”, Dr. Javier Manrique Hinojosa, director ejecutivo del Departamento de Promoción de la Salud, Prevención y Control Nacional del Cáncer del INEN.

La exposición indirecta al humo del cigarrillo puede causar cáncer pulmonar en personas que no fuman. La exposición indirecta a este humo también está ligada con enfermedades cardíacas.

Nunca es demasiado tarde para dejar de fumar.

8. No seas alcoholico

El consumo de alcohol cambia muchas funciones cerebrales. Afecta en primera instancia las emociones, el pensamiento y el juicio. Con la ingestión continua de alcohol, se afecta el control motor, produciendo mala pronunciación al hablar, reacciones más lentas y pérdida del equilibrio. Tener una cantidad más alta de grasa corporal y beber con el estómago vacío aceleran los efectos del alcohol.

El alcoholismo puede llevar a que se presenten enfermedades como:

  • Enfermedades del hígado y del páncreas.
  • Cáncer y otras enfermedades del esófago y el tracto digestivo.
  • Daño al miocardio.
  • Daño cerebral.

En las mujeres embrazadas , el alcohol puede causar daño serio al feto y llevar a que se presente el síndrome de alcoholismo fetal.
Los padres deben hablar con sus hijos acerca de los efectos peligrosos del alcohol. Muchas personas cuyas vidas han resultado afectadas por el alcohol se benefician al formar parte un grupo de apoyo para el alcoholismo.

9. Evita el consumo de drogas y medicinas automedicadas

Las drogas y las medicinas afectan a las personas de diferentes formas. Siempre coméntele a su médico acerca de todas las drogas que se estén tomando, incluso medicinas de venta libre y vitaminas.

Debes tener en cuenta lo siguiente:

  • Las interacciones de drogas pueden ser peligrosas.
  • Las personas mayores deben ser muy cuidadosas acerca de las interacciones cuando están tomando muchas medicinas.
  • Todos sus proveedores deben conocer todas las medicinas que usted está tomando. Lleve la lista consigo cuando asista a chequeos y tratamientos.
  • Evite el consumo de alcohol mientras esté tomando medicinas, ya que esto puede causar problemas serios. La combinación de alcohol y tranquilizantes o analgésicos puede ser mortal.
  • Las mujeres embarazadas no deben tomar ningún fármaco o medicina sin consultar con el médico, ni siquiera las medicinas de venta libre. El feto es más sensible al daño de las drogas durante los primeros 3 meses. Coméntele a su médico si usted ha estado tomando cualquier droga antes de quedar embarazada.
  • Siempre tome las medicinas en la forma como se las recetaron. Tomar cualquier droga en una forma distinta a la recetada o tomar demasiado puede causar serios problemas de salud y se considera drogadicción. El abuso y la adicción no están asociados solamente con las drogas «ilícitas».
  • Las drogas legales como laxantes, analgésicos, aerosoles nasales, píldoras para adelgazar y medicinas para la tos también se pueden usar de forma indebida.
  • La adicción se define como el uso continuo de una sustancia aunque esté experimentando problemas relacionados con su consumo. Simplemente necesitar un fármaco (como un analgésico o un antidepresivo) y tomarlo como se la recetaron no es una adicción.

10. No descuides tu salud emocional

El estrés es normal. Puede ser un gran motivador y sirve en algunos casos. Sin embargo, demasiado estrés puede ocasionar problemas de salud como insomnio, malestar estomacal, ansiedad y cambios del estado de ánimo.

Aprenda a reconocer los factores que son más propensos a causarle estrés en su vida.
Es posible que usted no pueda evitar todo el estrés, pero conocer la fuente puede ayudarlo sentir que tiene el control.
Cuanto más control sienta usted que tiene sobre su vida, menos dañino será el estrés en su vida.

11. Ten un buen cuidado dental
La buena higiene dental puede ayudarle a mantener los dientes y encías sanos toda una vida. Es importante que los niños adquieran buenos hábitos dentales desde pequeños. Para tener una higiene dental apropiada:

  • Cepíllese los dientes dos veces diarias y utilice el hilo dental diariamente.
  • Utilice una pasta dental con fluoruro.
  • Hágase chequeos dentales regulares.
  • Limite su consumo de azúcar.
  • Use un cepillo de dientes con cerdas suaves. Reemplace el cepillo dental cuando las cerdas comiencen a doblarse.
  • Pídale al odontólogo que le muestre las formas apropiadas de cepillarse y usar el hilo dental.

La aplicación de estos buenos hábitos diariamente pueden permitirte evitar una enfermedad y mejorar su calidad de vida.

Fuente:  Internet

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