La Asesoría legal y las Pymes

Para una empresa, por muy pequeña o nueva que esta sea, la asesoría de un abogado es tan importante como el trabajo del contador. Y es que el día a día nos deja ver que la naturaleza de los negocios y transacciones comerciales no hacen diferencia si vienen de empresas grandes o de pequeñas y es que la asesoría legal y las Pymes tiene que ir de la mano. Te explicamos cual es la realidad en nuestro país a la vez que vamos describiendo las razones por la que es necesario la asesoría legal.

  • Una empresa familiar se convierte en una fuente de problemas. La economía peruana está compuesta en más del 90% por PyMes y representan el 49% del PBI, y estas son en su mayoría,organizaciones familiares altamente susceptibles a un proceso de sucesión con los que suelen tener dificultades. Por ejemplo, los procesos de sucesión no son cortos o inmediatos, por el contrario, suelen durar varios años y los fundadores tendrán que evaluar, seleccionar, formar y separar a los miembros de la siguiente generación, lo cual no es una tarea sencilla, sobre todo al existir el lazo afectivo familiar, lo cual podría generar sesgos y/o conflictos. La realidad es que una empresa familiar es una fuente de problemas cuando las cosas se dejan de tomar profesionalmente y con conocimientos empresariales y jurídicos. Es sumamente importante que los fundadores logren distinguir el derecho de que sus hijos sean propietarios del negocio con su capacidad de ser los gerentes del mismo. Muchos hijos herederos de la propiedad terminan destruyendo las capacidades del negocio al ser gerentes y no están preparados para asumir dicha responsabilidad. Si, como decíamos antes, los conflictos entre socios marcan la vida de un negocio y de evitar su presencia depende el éxito del mismo, imaginad por un instante la realidad de una PYME en la que sus socios son un matrimonio, padre e hijos, hermanos, o hasta cuñados. Conflictos previos que se hacen presentes en la vida empresarial o problemas empresariales que amenazan la relación familiar; la prevención y la mediación o arbitraje son herramientas muy útiles de cara a minimizar la presencia de conflictos o de sus consecuencias y efectos, y ahí tanto lo definido en estatutos como el permanente asesoramiento legal de un abogado van a ser la guía, el camino a seguir. Un mal abogado querrá que el conflicto acabe en los tribunales, un buen abogado apostará por sentar a las partes alrededor de una mesa con un mediador de cara a su resolución. Para las Pymes, contrario a lo que ocurre con las grandes empresas, no es viable contar con un departamento jurídico dentro de la organización, por eso es necesario contratar a un profesional externo pero que tenga experiencia y conocimientos del rubro. La recomendación es contratar servicios específicos de un estudio de abogados, por los cuales se paga un monto mensual.
  • Al incorporar trabajadores. Al momento de hacer contrataciones de personal, ser importante que como conductor de una Pyme, ser consciente de los derechos y obligaciones que definen la relación entre empresario y trabajador, conocer los diferentes tipos de contratos que la legislación laboral ofrece, sobre todo en términos de flexibilidad, definir los periodos de descanso, pago de prestaciones, vacaciones o el posible cese del contrato con el trabajador son cuestiones ante las que el asesoramiento de un abogado será fundamental con la finalidad de evitar posibles conflictos y, sobre todo, mantener la imagen de la empresa, cuestión fundamental en la actualidad. Un buen contrato laboral, uno que defina claramente responsabilidad, obligaciones, derechos y deberes, prestaciones y periodos de descanso, es clave para evitar conflictos o solucionarlos de forma efectiva, y el asesoramiento legal, la mejor forma de lograrlo.
  • Para los casos del día a día con nuestros proveedores, clientes y personal administrativo. El negocio vendrá marcado por la relación con otras empresas o con los clientes. Cómo se establece la relación con los proveedores, la responsabilidad por incumplimiento contractual, por impago o por demora en la entrega e incluso los acuerdos de confidencialidad son claves de cara a maximizar los beneficios obtenidos y a que la producción, distribución o venta no sufra distorsiones o retrasos indeseados. Conocer los derechos de la empresa en relación con proveedores y la obligación de la misma frente a los clientes es fundamental para funcionar con eficiencia y para lograr satisfacción por una buena atención ofrecida. Conocer la legislación en materia de consumo, las restricciones a la venta o producción evitarán problemas innecesarios. El asesoramiento jurídico y la mediación en caso de conflicto, son fundamentales en este campo.
  • Cuando existen problemas de morosidad. Ligado a lo anterior, e igual de importante, es dotar a la empresa de herramientas para hacer frente a la morosidad, es decir, actuar frente a impagos de obligaciones por parte de empresas privadas, estatales o clientes particulares que han llegado a término. La morosidad sigue siendo un lastre para el crecimiento y la productividad en el ámbito de la pequeña y mediana empresa.
  • Hacer negocios por Internet, comercio electrónico. Para que internet no suponga un quebradero de cabeza innecesario es fundamental conocer la legislación en lo que respecta al comercio online y a la Ley de Protección de Datos, ya que disponer de la información del cliente, comercializarla o hasta acceder al mismo sin su permiso explícito puede suponer un ilícito con graves consecuencias para la empresa. Es por esto por lo que la empresa debe ofrecer al cliente una información clara y fehaciente del destino de los datos aportados una vez obtenido el consentimiento para utilizarlos y garantizar el derecho de modificación, rectificación, oposición o acceso pertinente en caso de solicitud por parte del cliente. De igual modo velar por la seguridad online de las transacciones a realizar y vigilar las consecuencias, cumplir con la política de cookies en el sitio web o la utilización de la firma electrónica en la contratación y venta son cuestiones a vigilar por la empresa, ya que la facilidad puede tornarse obstáculo en caso de no conocer en profundidad la normativa al respecto.
  • Protección del patrimonio personal. Ningún empresario inicia un proyecto con la idea del fracaso en mente, pero la toma de precauciones en este ámbito es muy importante si no quiere que su patrimonio personal se vea afectado por el fracaso de su negocio.  Desde el punto de vista legal y tributario , ésto hace que sea fundamental que el empresario sea consciente del modelo de empresa al que se ha acogido y de la responsabilidad societaria de cada uno de los socios y de sus consecuencias, ya que no solamente está en juego el patrimonio o los bienes de la empresa en el momento de una administración desleal, sino que los bienes propios pueden entrar a cubrir la responsabilidad por daños ocasionados al patrimonio de terceros. El asesoramiento jurídico previo al posible conflicto y tras el mismo son fundamentales para evitar el menoscabo de dicho patrimonio.
  • Relaciones de convivencia con la sociedad. Quizás no crucial de cara al éxito o fracaso, la relación con vecinos, propietarios en caso de que se ocupe inmueble en arriendo o con otros negocios cercanos también tiene mucha importancia y puede tener consecuencias legales para el empresario. La buena relación con todos ellos y la toma de precauciones necesarias puede ahorrar problemas futuros así como el tener presente las condiciones fijadas en un posible contrato de arrendamiento. En el caso de que el conflicto haya estallado el asesoramiento jurídico será fundamental para velar por los derechos del empresario o por minimizar las consecuencias en caso de incumplimiento de obligaciones legales o compromisos adquiridos. Un conflicto entre vecinos puede ser un quebradero de cabeza que eche por tierra todos los esfuerzos.

Recuerde: «Una empresa es un organismo vivo, al que afectan las decisiones del propietario o socios y que depende y mucho del contexto en el que se crea y crece. La gestión del área económica es fundamental pues define el músculo con el cual la misma responde a la actividad del día a día, el asesoramiento legal actúa no sólo como un factor de resolución de problemas, sino que es fundamental a la hora de evitarlos, lo cual permite al empresario centrarse en la actividad estrictamente productiva o comercial».

Fuente: Internet

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