Las grandes causas de estrés en la vida son fáciles de identificar, por ejemplo: cambios inesperados o incómodos, enfermedades, problemas de dinero, un horario demasiado ocupado, y la lista puede seguir y seguir….
El problema es que también existen ciertos hábitos diarios que pueden estar provocando estrés en tu vida, y ponen en la cuerda floja tu bienestar.
De hecho, un estudio mostró que estos factores ocultos en conjunto con las grandes causas de estrés, pueden generar a largo plazo problemas en tu salud, y además disminuir tu tolerancia a factores de estrés más severos como el dolor.
Esto quiere decir que, mientras más estrés experimentas, menos capacidad de combatirlo y solucionarlo. Cómo si intentaras escapar de un pantano y en cada intento te hundiera más y más…
La buena noticia es que al identificar estos hábitos que generan estrés, puedes tomar acción para reemplazarlos por mejores hábitos.
Los 04 hábitos que te hacen acumular estrés
- Dormir muy tarde. No tener un adecuado descanso en la noche, repercute durante todo tu día. Según algunos estudios, las personas que duermen muy tarde, presentan más pensamiento negativos, ansiedad y altos niveles de estrés. Peor aún, si vas a dormir tarde, estos efectos negativos aparecen, independientemente del número de horas que duermas.
- Tomar mucho café. La cafeína aumente los niveles de ciertas sustancias en tu cuerpo como: la adrenalina, el cortisol (hormona relacionada con el estrés), y la presión arterial. Lo anterior te hace más sensible a los factores de estrés de todos los días y en última instancia a interferir con el sueño (lo que empeora la situación). Y aunque lo mejor es que el cuerpo logre estimularse sin necesidad de ninguna sustancia externa, a veces necesitamos un pequeño empujoncito que nos motive a terminar las múltiples tareas del día. Por eso, lo mejor es que controles el número de tazas de café (máximo 3 tazas tamaño promedio y no muy cargadas) o qué te animes a probar otras opciones, como el té verde. En lo personal el té verde sin azúcar (matcha) se ha vuelto parte de mi rutina laboral, es suave, relajante y fácil de preparar. Además, en comparación con el café, una taza de té verde contiene 25mg de cafeína (teína), mientras que el café contiene 95mg. Otra ventaja es que el efecto se mantiene constante por más tiempo. De forma que no tienes un pico de energía y después un bajón.
- Comer alimentos procesados y poco sanos. Los niveles de cortisol (hormona relacionada con el estrés) aumenta de forma natural cada vez que comemos, principalmente para ayudar en la digestión de las proteínas, carbohidratos y grasas, para que nuestro cuerpo pueda utilizar estos nutrientes. Sin embargo esta hormona de estrés, aumenta a niveles anormales debido al consumo de alimentos procesados. 7 ya que estos contienen altos niveles de grasas saturadas, grasas trans, azucares o aditivos químicos. Con el tiempo las consecuencias negativas aparecen, causando desequilibrios de azúcar en la sangre, aumento de peso, problemas digestivos, debilidad del sistema inmunológico, e incluso enfermedades del corazón.
- Hacer dietas restrictivas. Tal vez pienses que contar tus calorías y recortar los grupos de alimentos en tu alimentación es una buena idea, pero te equivocas. Seguir una dieta restrictiva y obsesionarte por la selección de alimentos “bajos en grasa”o “bajos en calorías”, sólo ocasiona que aumenten tus niveles de cortisol (hormona del estrés) de forma anormal.
El estrés es, en muchos casos, la suma de nuestro entorno, nuestra personalidad y hábitos físicos y emocionales no saludables, y que hasta hacen que el control de nuestra emociones negativas escapen de nuestras manos.
Aprender a relajarse, reconocer sus mecanismos y abordar las situaciones de manera que no nos sobrepasen es la mejor actitud para prevenirlo.
Cómo combatir el estrés fácilmente en 8 pasos
Te damos algunos consejos para liberarte del estrés y poder tomarte las cosas con más calma.
1. Toma conciencia de la respiración
Cuando se producen estados de ansiedad o de miedo, aparece una respiración rápida y a veces entrecortada. Sé consciente de esta respiración y no intentes modificarla ni hacerla más lenta. Al percibirla por sí sola se tornará más lenta y profunda, toma conciencia del aquí y del ahora expirando y exhalando.
2. Escápate a la naturaleza
Mejora sensiblemente la capacidad para sobrellevar las tensiones. Igualmente, determinadas actividades, como la horticultura o la jardinería, resultan muy beneficiosas. El contacto con la quietud, sonidos y fragancias, mientras paseamos con espíritu introspectivo hace valorar el qué hacemos aquí y ahora.
3. Pon orden
Una vida sosegada y un hogar organizado tienen efectos emocionales positivos, pues el orden revitaliza, aclara la mente y aporta serenidad. La falta de organización y el desorden constantes favorecen sentimientos de impotencia, desesperanza y derrota, y aumentan los niveles de cortisol.
4. Aliméntate bien
Una dieta equilibrada, y rica en verduras y frutas, es fundamental para mantener la estabilidad física y mental y evitar que el estrés afecte a nuestro organismo.
5. Acepta tu fragilidad
Sentirse frágil suele ser un desencadenante de la tensión y la ansiedad. El presente es fugaz y por tanto una situación estresante también puede ser pasajera. Aceptarla nos hace más auténticos y nos recuerda la necesaria disposición para volver a levantarnos una y otra vez.
6. Cree en ti
La confianza te permite ganar serenidad y equilibrio emocional. Confiar en ti significa que tienes plena conciencia de que existen alternativas frente al desánimo y te regalará esa oportunidad única para despertar a una nueva vida.
7. Cambia la perspectiva
Dentro de una emoción negativa hay una forma peculiar de interpretar la realidad. Cuando descubres otros significados de la realidad, las emociones negativas pueden transformarse. En situaciones de estrés plantéate enfoques alternativos que permitan ver la misma situación desde otras perspectivas.
8. Ríe y canta a menudo
Reír es la mejor fórmula para descargar la tensión y restaurar el equilibrio. Otro gesto que puede ayudarte a desprenderte de los malos pensamientos es cantar o tararear: el ritmo cardiaco se incrementa y disminuye el estrés bajo el efecto de la melodía y el ritmo musical. Además, la música actúa sobre el corazón a través del nervio vago, que relaciona el timbre de la voz con las emociones y la comunicación con los demás.
Fuente: Internet
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