Existen diversas causas que pueden provocar un ataque al corazón que en el año 2012, afectó a más de 17.5 millones de personas, según cifras aportadas por la Organización Mundial de la Salud.

Entre los motivos de padecer un ataque al corazón se encuentran los malos hábitos alimentarios, el tabaquismo, una vida sedentaria e, incluso, el estrés.

La diabetes, la obesidad, la hipertensión, el colesterol u otras dolencias cardiovasculares como la enfermedad arterial coronaria o tener presión arterial alta también pueden ser elementos de riesgo que provoquen una insuficiencia cardiaca.

la OMS asegura que el 80% de los casos puede prevenirse con una serie de hábitos cotidianos saludables.

Estas son las principales medidas de prevención:

  • No fumar
  • Llevar una dieta saludable
  • Hacer ejercicio diariamente
  • Controlar el riesgo cardiovascular
  • Aprender a controlar el estrés y apostar por la meditación o cualquier actividad que ayude a la relajación
  • Incluir en la dieta alimentos antioxidantes
  • Controlar los factores de riesgo personal que puedan producir un infarto, como la cantidad de azúcar en sangre (diabetes), los lípidos, (colesterol) o la tensión arterial
    Controlar el sobrepeso

El principal síntoma es un dolor o presión fuerte y constante en el pecho, en torno al esternón, que puede irradiarse al brazo izqueiro, el cuello o la mandíbula. La víctima puede sentir también palpitaciones, náuseas, vómitos, palpitaciones y sudor frío.

Un cambio de posición no reduce el dolor, que se hace más intenso con el tiempo. La pérdida de oxígeno puede conllevar la pérdida de conocimiento, en cuyo caso es necesario intervenir mediante una respiración cardiopulmonar.

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