La fruta fresca está llena de fibra, antioxidantes y otros grandes nutrientes. Y los estudios muestran que comer la fruta entera proporciona el máximo de los beneficios potenciales de este grupo de alimentos, como puede ser la ayuda en la prevención de la enfermedad cardiaca, del accidente cerebrovascular y algunos tipos de cáncer.

Aunque beber batidos puede ser cómodo y saludable si no se les añade mucho azúcar, al exprimirlas se pierde parte de la fibra de la fruta. También es fácil beber muchas más calorías que las que se obtendrían con una o incluso dos frutas enteras.

La investigación, publicada en la revista británica BMJ, sugiere que comer ciertas frutas enteras en particular podría reducir significativamente el riesgo de diabetes tipo 2.

Para el estudio, los investigadores observaron los registros de dietas y de salud recogidos durante décadas de miles de personas. Observaron que los que comían cada día 2 o más porciones de fruta como arándanos, uvas, pasas, ciruelas pasas, manzanas y peras redujeron su probabilidad de desarrollar la diabetes tipo 2 en un 23 por ciento.

Por el contrario, beber jugo de fruta cada día tuvo el efecto contrario, aumentando las probabilidades de diabetes en un 21 por ciento. Una razón posible: los aumentos del azúcar en la sangre que pueden provocar los azúcares concentrados en el jugo.

Sigue sin estar claro qué nutrientes de esas frutas saludables podrían ofrecer una protección contra la diabetes. Pero una cosa parece cierta: una manzana al día podría mantener a raya la enfermedad del azúcar en la sangre.

Y no se olvide de comer la piel de la fruta cuando sea comestible; es una fuente potente de nutrientes.

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