Todo ejercicio que implique un esfuerzo físico promueve la segregación de dopamina, una hormona producida de manera natural que transmite una sensación placentera a todo el cuerpo.
Los deportes son diferentes, desde el rendimiento físico hasta sus reglas y metas. Incluso algunos son grupales y otros individuales. Cada uno tiene sus propias particularidades y también similitudes.
Los deportes grupales contribuyen principalmente con el desarrollo de nuestras relaciones interpersonales, porque propician espacios de intercambio entre los miembros del equipo donde se comunican, organizan, planifican, motivan, critican y ayudan entre sí de manera colaborativa para lograr una misma meta.
Entre ellos podemos destacar: el fútbol, básquetbol, vóleibol, rugby, entre otros.
Los deportes individuales favorecen principalmente la conexión mente-cuerpo, permitiendo identificar las sensaciones y emociones percibidas por el cuerpo. Este tipo de prácticas ayudan a reconocer nuestro propio organismo y descubrir nuestras fortalezas.
Algunos de ellos son: natación, atletismo y artes marciales.
Los deportes promueven la disciplina y la orientación al logro, siempre y cuando nos comprometamos con competencias. Nos permiten identificar nuestras cualidades y potencialidades, descubriendo cada día que podemos llegar más allá de lo pensado inicialmente.
Para que contribuyan con nuestra salud mental es necesario atender y concentrarse en lo que se está haciendo. No se trata de pensar en todos los deberes, sino en conectarse con las sensaciones de nuestro cuerpo y las personas que nos rodean en ese momento.
